Para comenzar una nueva relación es necesario prepararse y mentalizarse desde el principio sobre muchos aspectos, dejar miedos atrás y convertirse en un valiente
La relación perfecta no existe. Por ello, es imprescindible que para encontrar una pareja real dejes de buscar esa relación idílica, sencilla, impecable y completa en todos sus sentidos… Porque la perfección no existe.
Sin embargo, sí podemos optar a alcanzar la plenitud… Una sensación que podemos asemejar a la “perfección” y que aparece cuando otra persona nos hace feliz. Es importante centrarse en ello: una buena relación está llena de felicidad recíproca e imperfecta.
Al comenzar algo nuevo debes hacer una evaluación mental sobre lo que te gusta y lo que no. Si hay algo verdaderamente importante que no te agrada, díselo desde el principio. No esperes a que pase el tiempo y que cambie solo, porque si él o ella no lo sabe no va a tener la posibilidad de mejorarlo si así lo decide. Además, de esta forma darás el primer paso hacia una comunicación abierta, arma fundamental para sumergirse en la batalla del amor. La gran mayoría de los problemas y enfrentamientos tienen fácil solución si se hablan desde el principio y de forma calmada y coherente.
Una vez nos adentremos en esa nueva relación debemos quedarnos completamente limpios de los vestigios del pasado. Es imprescindible superar los fracasos y rupturas pasadas… Abandona el miedo a tropezar otra vez. ¡Es muy probable que nos pase de nuevo, claro!, pero, no podemos derramar en esa nueva persona todo el daño y los miedos que nos provoca nuestro pasado; no sería justo. Empieza de cero, no compares e intenta amar como si nunca te hubiesen hecho daño, ya que eso es, precisamente, lo que todos queremos: que nadie nos haga sufrir por sus malas experiencias pasadas.
Que tu felicidad nunca dependa por completo de tu pareja. No vuelques en él o ella la responsabilidad de ser feliz. Tu felicidad es tuya y tu completa obligación, así que debes encargarte de sentirte completo/a por ti mismo/a. Tu pareja puede complementar tu felicidad, pero que nunca tu bienestar dependa de ello.
Es importante eliminar las expectativas que tengamos en nuestra cabeza. El hombre o la mujer perfecto/a que soñamos no existe fuera de nuestra imaginación, por ello debemos ser capaces de aceptar a cada persona tal como es y, cuando nos apetezca, dar una oportunidad a quien nos guste. De la misma forma, debemos dejar de buscar nuestras carencias y defectos y ser nosotros mismos con lo que ello conlleva: quien nos quiera lo debe hacer por lo que somos de verdad, por nuestro “yo” más cómodo y natural.
Permítete sorprenderte y vivir nuevas experiencias. Permítete ser más “´tú” que nunca. Permítete conocer a esa persona imperfecta que te hace sonreír. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿que al final no te guste? ¿Y qué? Volverás a estar como al principio, ¿no?…
Pero, ¿y si al final resulta que esa persona que no esperabas en absoluto es la que te aporta felicidad?… Yo prefiero pensar: “voy a conocerte por si resulta que eres tú”.
